«Que no muera la URSS». El conflicto entre Moldavia y Pridnestrovie en la configuración del espacio postsoviético

Transnistria (nombre comúnmente utilizado en Europa), la República Moldava Pridnestroviana (denominación oficial según sus autoridades) o Pridnestrovie (nombre de inspiración rusa), es una región que, oficialmente, forma parte de la República de Moldavia. Está situada entre la frontera oriental de Moldavia y Ucrania, a orillas del río Dniéster, que en gran parte de su recorrido actúa como frontera natural entre Pridnestrovie y el resto del territorio moldavo.

Etimológicamente, Pridnestrovie, proviene del ruso y significa «junto al Dniéster», mientras que Transnistria significa «más allá del Dniéster’» y su raíz es latina. Además, Transnistria proviene del moldavo y hace referencia a la situación geográfica vista desde Moldavia, mientras que Pridnestrovie es como se llaman a sí mismos. Con lo cual, este matiz lingüístico revela de forma implícita la raíz étnica y política de este conflicto congelado en el tiempo. Recientemente, la palabra Transnistria ha sido prohibida para hacer referencia al territorio, bajo pena de cárcel de 15 días , y sólo son consideradas legítimas Pridnestrovie o República Moldava Pridnestroviana.

A lo largo del texto, se utilizará el término Pridnestrovie para referirse a la región conocida internacionalmente como Transnistria, en referencia a su autodenominación oficial, con la intención de reflejar la perspectiva local frente a la óptica europea y occidental.

Tras la caída de la URSS (1991), mientras que Moldavia planteaba una posible reunificación con Rumanía por sus vínculos étnicos, parte de la población rusa se sintió amenazada, ya que pasaría a ser una minoría étnica en el territorio. Así, las autoridades soviéticas rusas de la RSS de Moldavia, con el apoyo de la población rusófona de la zona, decidieron llevar a cabo un proceso de secesión y creación de un Estado propio, estableciendo el rublo como moneda y el ruso como lengua, entre otras medidas (López, 2023).

Técnicamente, Pridnestrovie es un Estado de facto. Es decir, no existe un reconocimiento jurídico internacional de este Estado-nación, aunque ha podido sostenerse tras tres décadas con ayuda de Rusia, y en los últimos años, por su acercamiento a Moldavia.

Antecedentes: Moldavia, Valaquia y el Imperio Ruso

El Principado de Moldavia (1346-1859 ) y el Principado de Valaquia (1330-1859) se consolidaron como principados independientes del Reino de Hungría. Más tarde, se convirtieron en Estados vasallo del Imperio Otomano y finalmente se unificaron en 1859 dando lugar al Estado moderno que conocemos como Rumanía. Sin embargo, no consiguió el reconocimiento oficial de su independencia hasta 1881 mediante el Congreso de Berlín (1878), tras haberse unido al Imperio Ruso en las guerras ruso-turcas (1877-1878). Cabe destacar, que en 1812 se firmó el Tratado de Bucarest tras una de las guerras ruso-turcas (hubo un total de doce entre los siglos XVI y XX), por el que el Imperio Ruso anexionó Besarabia (parte oriental del Principado de Moldavia).

Históricamente, las regiones de Moldavia y Valaquia, tienen su origen étnico en una fusión daco-romana (Dacia e Imperio Romano), dando lugar al pueblo rumano. Estos también estuvieron influenciados por los pueblos eslavos, húngaros y otomanos, resultado de los eventos históricos anteriormente mencionados.

Por otro lado, la región del Transdniéster no formaba parte de ningún Estado y tenía un carácter fronterizo, difuso y étnicamente mixto (tártaros, cosacos, moldavos, eslavos). Habitualmente, era considerada tierra de nadie, una zona de paso para fugitivos y nómadas, pero sin ningún tipo de asentamiento significativo. El estatus de esta tierra cambió al ser anexionada por el Imperio Ruso con el Tratado de Jassy firmado el 9 de enero de 1792. Así, pasó a formar parte de la «Nueva Rusia», junto a Crimea, Odesa y Nikolaev. Esta región fue sometida a una intensa eslavización, en detrimento de la población rumana-moldava.

A finales del siglo XIX y principios del XX, toda la región balcánica estaba sometida a una gran tensión por los movimientos nacionalistas del siglo XIX y los intereses de las potencias europeas como Reino Unido, Alemania, Italia y el Imperio Austro-Húngaro, y por otro lado, el Imperio Ruso, que se erigió como defensor de los pueblos eslavos. En consecuencia, las tensiones durante este período histórico denominado la Paz Armada, dieron lugar en los Balcanes al inicio de la Primera Guerra Mundial.

Las Repúblicas Socialistas Soviéticas

La URSS era un Estado federal centralista y todas las Repúblicas Socialistas estaban bajo control de PCUS de Moscú. En primer lugar, cabe definir y comprender qué fueron las Repúblicas Socialistas Soviéticas (RSS) y las Repúblicas Autónomas Socialistas Soviéticas (RASS).

Por un lado, la RSS eran las unidades de ordenación territorial principales de la URSS. Tenían su propio gobierno, bandera, lengua y constitución, y podían separarse cuando quisieran, aunque estos supuestos eran teóricos. En la práctica, todos los gobiernos eran elegidos por y estaban subordinados a Moscú. La URSS llegó a estar compuesta por 15 RSS, como la RSFS de Rusia, la RSS de Ucrania o la RSS de Bielorrusia, entre otras.

Por otro lado, la RASS hace referencia a entidades administrativas dentro de una RSS. Tenían algún grado de autonomía en referencia a cultura, su propia constitución, lengua y bandera, pero de un rango menor que la RSS y subordinadas a su RSS. Aun así, siempre en primera y última instancia estaban subordinadas al Kremlin. Generalmente, estaban ligadas a minorías étnicas, como la RASS de Chechenia e Ingushetia en la RSFS de Rusia o la RASS de Moldavia en la RSS de Ucrania.

La Unión Soviética y la Segunda Guerra Mundial: de la RASS de Moldavia a la RSS de Moldavia

Entre la vorágine que supone el fin de la Primera Guerra Mundial y la caída del Imperio Ruso, Besarabia se une a Rumanía (1918), hecho que disgusta profundamente a la URSS.

Por otro lado, en 1924 se crea la RASS de Moldavia dentro de la RSS de Ucrania, conformada básicamente por el territorio del Transdniéster y la parte sur de Ucrania. Este hecho fue una estrategia geopolítica soviética para fomentar la narrativa de la existencia de un pueblo moldavo no rumano, para en un futuro reclamar derechos sobre Besarabia (López, 2023).

De este modo, cuando Stalin firma con Hitler el Pacto Ribbentrop-Mólotov (1939), la URSS exige y ocupa Besarabia en 1940. Con el incumplimiento del pacto de no agresión con la puesta en marcha de la Operación Barbarroja (1941) y la ocupación nazi de los Balcanes, Rumanía, aliada de las potencias del Eje, recupera Besarabia (1941-1944).

Finalmente, con la victoria de los aliados y la expulsión de los nazis de los territorios soviéticos, Stalin crea en 1945 la RSS de Moldavia, que unificaba Besarabia con la región del Transdniéster, (en ese momento la RASS de Moldavia). Esta unificación fue una creación totalmente artificial por parte de Stalin, sin ningún tipo de precedente histórico. Además, vino acompañada, de nuevo, de un proceso de eslavización del territorio. Este hecho fomentó uno de los conflictos inter-étnico y político principales tras la caída de la URSS, el conflicto entre Moldavia y Pridnestrovie.

Ahora bien, la ambición del gobierno soviético en esta región radica en su nivel geoestratégico, ya que supone el acceso al mar negro, el control de rutas y la influencia en los Balcanes, pero también por la fertilidad de sus tierras y recursos agrícolas. Durante el periodo soviético, la región sufrió una fuerte industrialización como la creación de diversas plantas de energía o de siderurgia. En la actualidad, gran parte de la economía que sustenta el país procede del comercio ilegal de armas, tabaco y alcohol.

La desintegración de la URSS, las reivindicaciones étnico-territoriales y el conflicto armado

La desintegración de la URSS se vio acelerada por diversos factores, pero los principales fueron la perestroika y glasnost (políticas de modernización y apertura de la URSS de Gorbachov) y los conflictos nacionalistas independentistas (Serbín, 1990).

Debemos considerar, pues, que la oleada independentista que sacudió la URSS tiene sólidas raíces históricas. Como se ha podido comprobar, los cambios desordenados, eventuales y estrictamente geopolíticos de los límites de los territorios que formaban la URSS estimularon los conflictos posteriores (Glezer et al. 1991), como en el caso moldavo-pridnestroviano. No obstante, el conflicto adoptó un carácter político-ideológico más allá de las reivindicaciones étnico-territoriales (López, 2023).

El conflicto armado entre Moldavia y Pridnestrovie en 1992

Desde 1987, en la RSS de Moldavia se empezó a fraguar un movimiento nacionalista a caballo entre el panmoldavismo y el panrumanismo, mientras que los eslavos aun no se habían pronunciado. Aun así, existía una tensión latente entre las manifestaciones de nacionalismo étnico (rumanismo), nacionalismo cívico (moldavismo) y secesionismos (Pridnestrovie y Gagauzia).

De esta forma, el movimiento secesionista de Pridnestrovie, instrumentalizó el etnicismo eslavo, mediante el cual quería cumplir sus pretensiones político-ideológicas de continuismo soviético. Así, encontramos el preludio de los acontecimientos en el descontento de las élites soviéticas eslavas ante el giro argumental de corte prorrumano por parte del Soviet Central. A continuación, se exponen algunas de las causas que intensificaron el conflicto (López, 2023):

  • Revertir el proceso de rusificación-eslavización: en las elecciones de 1990, con una nueva mayoría prorrumana en el Soviet Central moldavo, la lengua moldava-rumana pasaba del alfabeto cirílico al latino, declarándose lengua oficial y adoptando la bandera tricolor rumana.
  • Sanción a la ilegalidad de la anexión de Besarabia de Rumanía a la URSS.
  • Reconocimiento de las repúblicas bálticas.
  • El rumanismo moldavo abogaba por la ruptura soviética total y la unificación con Rumanía.
  • El Frente Popular de Moldavia (FPM), alineada con la postura rupturista de Boris Yeltsin, declara la independencia de la república en 1991 y finalmente descarta la unificación con Rumanía.

De este modo, el movimiento Edinstvo-Interfront en Pridnestrovie aceleró el carácter reactivo del secesionismo eslavo ante las iniciativas del nacionalismo étnico rumano-moldavo, dando lugar a la declaración de independencia en 1990 de la República Socialista Soviética del Dniéster.

Ante tal denominación, se evidenció el continuismo del estatus quo soviético por parte de la nomenklatura (elite gubernamental soviética) (López, 2023). De este modo, los líderes secesionistas empezaron a crear sus propias instituciones (Tribunal de Justicia, Parlamento, Ejército, adopción del ruso como lengua, etc.), definiendo Tiraspol como capital (Francisco, 2017).

Milicias populares en Priednestrovie (1992).

Tras el reconocimiento de la Asamblea General de Naciones Unidas de la República Moldova en marzo de 1992, estalló la guerra. La minoría rusa del territorio, alineada con la nomenklatura, que a su vez, tenía el apoyo del XIV Ejército ruso, desencadenó un conflicto bélico contra las autoridades centrales de la nueva república (Kolsto et al. 1993 en López, 2023). Concretamente, los hechos beligerantes se concentran en 1992, aunque previamente los militares soviéticos instalados en Pridnestrovie acordaron entregar armamento y munición a las milicias secesionistas en 1991 (Francisco, 2017).

Finalmente, el 3 de julio de 1992, con el bombardeo masivo del XIV Ejército a las tropas moldavas concentradas en el bosque Gerbovetskii, se da por terminada la guerra. El apoyo de la Federación Rusa a Pridnestrovie fue decisivo para la victoria, que se materializó en los Acuerdos de Estambul el 21 de julio de 1992 (Francisco, 2017). Además, se cambió la denominación por República Moldava Pridnestroviana, que pasó a ser oficial con la Constitución de 1995.

Desde entonces, Rusia ha dado soporte al Estado de Pridnestrovie. Las tropas rusas siguen asentadas en la región desde 1992 para prevenir futuros conflictos, y Rusia se presentó como mediadora del conflicto para defender a las minorías eslavas. Lo cierto es, que actualmente constituye un enclave geoestratégico en la guerra ruso-ucraniana.

Actualidad

Actualmente, una de las características particulares de la República Moldava Pridnestroviana, y en el que se centra su atractivo turístico, sigue siendo su carácter político-ideológico soviético. Destaca por mantener los símbolos y celebraciones soviéticas, como la victoria sobre la ocupación nazi, que ocupó la ciudad de Tiraspol durante 970 días y que fue liberada por el triunfo del Ejército Rojo el 12 de abril de 1944.

Niñas y veterana de la batalla de Stalingrado celebrando la victoria del Ejército Rojo (2019). Fotografías por Hanna Jarzabek.

Por otro lado, el conflicto moldavo-pridnestroviano se define desde la geopolítica como un conflicto congelado, ya que a día de hoy la secesión no ha sido reconocida internacionalmente, y sigue dando lugar a conflictos y tensiones, aunque el gobierno de Pridnestrovie está haciendo acercamientos a Moldavia por razones puramente instrumentales. Aunque no se ha vuelto a producir un conflicto directo armado, las tensiones se han reflejado mediante bloqueos económicos de Moldavia hacia Pridnestrovie o cortes de suministro de energía de Pridnestrovie hacia Moldavia, buscando la desestabilización de una zona sobre otra.

En el año 2006, se celebró un referéndum para conocer la opinión de la población a cerca de la renuncia a la independencia y una posible anexión a Moldavia o por el contrario, a Rusia. El resultado mostró la voluntad del pueblo de unirse en un futuro a Rusia, sin embargo, este suceso fue totalmente ignorado por el Kremlin.

Por otro lado, en 2022 Pridnestrovie sufrió una serie de atentados con explosivos y tiroteos. Estos sucesos generaron una creciente preocupación en la población, y un posterior debate sobre si fue una provocación ucraniana o una estrategia rusa para garantizar una posible maniobra en la región. Las especulaciones geopolíticas indican que la contienda rusa en el sur de Ucrania tiene como objetivo el establecimiento de un itinerario terrestre entre Crimea y Pridnestrovie. Ante la tensión en la región, el gobierno prohibió salir del territorio a los hombres en edad de combatir.

En octubre de 2024, Moldavia celebró un referéndum respecto a su entrada en la UE en el que obtuvo el de forma muy reñida, puesto que solo el 50,46% de la población que participó está a favor. En términos generales, sólo el 50% de la población total participó. Ambos datos son indicadores de la polarización social, política y cultural del territorio.

La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, denunció interferencias extranjeras y la compra de votos en contra de la entrada en la UE. Finalmente, el referéndum fue dado por legítimo por la propia Moldavia y la UE, aunque el Kremlin ha puesto objeciones a este proceso y su resultado.

En definitiva, esta región se debate en última estancia entre el moldavismo proeuropeo y el nacionalismo prorruso. Mientras que Moldavia se ha definido abiertamente más cercana a la integración en la Unión Europea (el 61% de la población tiene una imagen positiva de la UE, Bernabé-Crespo, 2021), desde 2022 lo hace con recelo, puesto que Pridnestrovie supone un foco de amenaza rusa. El territorio del Transdniéster, altamente militarizado y poblado por rusos, influye en la intensidad de las tensiones y conflictos en la región, así como los posicionamientos frente a la guerra entre Ucrania y Rusia.

Referencias y bibliografía

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Taibo, C. (2010). Historia de la Unión Soviética. Alianza.

Zuckerman, C.(2018). Transnistria: el país que no existe. National Geographic. Historia.

https://www.nationalgeographic.es/historia/2018/03/transnistria-el-pais-que-no-existe

Material audiovisual complementario

Blog de fotografías por la fotógrafa Hanna Jarzabek en su recorrido por Transnistria:

https://www.revista5w.com/temas/poder/transnistria-un-pedazo-olvidado-de-la-era-sovietica-7857

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